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Con habilidades en IA, este programa está impulsado a microempresarias en Chile

Foto de varias mujeres de emprendedoras conectadas recibiendo su diploma

Alicia Sanhueza solía ser un ama de casa en la comuna de Hualqui, en Chile, y durante la pandemia, encontró su pasión realizando coloridos maceteros y terrarios de forma artesanal. De manera autodidacta comenzó a mezclar a mano productos reciclados, barro y distintas plantas, creando alegres piezas que llamaron la atención de su familia y amigos. Lo que inició como un pasatiempo es ahora su emprendimiento, “Luz en tu Jardín”, y pasó de hacer 5 maceteros al mes a 150. Este microemprendimiento se ha convertido en una fuente de ingresos para ella y además le ha dado una gran satisfacción de crecimiento personal.

Así como Alicia comenzó haciendo sólo unas cuantas piezas para conocidos, muchas mujeres en Chile tienen el potencial de crear un negocio que les de ingresos con lo que saben hacer, pero pocas realmente le sacan provecho a su talento y conocimiento. De acuerdo a la Séptima Encuesta de Microemprendimiento del Ministerio de Economía, en 2022 las mujeres representaron sólo el 41,7% de los micro emprendimientos del país y el 70,4% de las mujeres microemprendedoras reportaron ganancias mensuales de hasta un salario mínimo. La brecha de género en el universo microemprendedor es importante, y eso es aún más relevante cuando el 58,4% de las mujeres microemprendedoras declararon que la mayor motivación que tuvieron para iniciar sus negocios fue por “Necesidad”. Estos emprendimientos de subsistencia son cruciales para la estabilidad económica de muchas mujeres y aunque en un inicio pueda parecer retador obtener una sólida fuente de ingresos con ellos, realmente tienen un gran potencial de crecimiento.

Es con esta idea que en 2019 nació el proyecto de “Emprendedoras Conectadas”. Éste se inició como parte del programa de Impacto a la Comunidad del centro de datos de Google en la comuna de Quilicura y su crecimiento ha sido tal que ha logrado impactar a 878 mujeres tanto en esa zona como en Temuco y Concepción. Ahora, esta iniciativa busca dar el siguiente paso para que los microemprendimientos de mujeres chilenas tengan un impacto aún mayor, y eso implica comenzar a aprovechar la Inteligencia Artificial.

Abriendo las puertas al mundo digital

La historia de esta iniciativa nace con la apertura del primer centro de datos en América Latina en 2015. Cuando éste abrió sus puertas en Quilicura, también arrancó el programa de Apoyo a la Comunidad de Google el cual ha tenido varias iniciativas centradas en apoyar a las personas de esta comuna ubicada en el sector norte de Santiago. En 2019, el programa notó una gran presencia de mujeres micro emprendedoras en la comunidad, quienes principalmente se centraban en un comercio informal de sus productos o servicios, pero que tenían una gran oportunidad frente a ellas para convertir esa actividad en un verdadero negocio. Así, Google unió fuerzas con Fundación Kodea y nació “Emprendedoras Conectadas”.

El programa consiste en ofrecer entrenamientos gratuitos de habilidades digitales que ayudan a las emprendedoras a tener presencia en línea y hacer crecer su negocio. Dentro de los talleres las mujeres aprenden a llegar a más clientes con el uso de la tecnología, por ejemplo abriendo una página web, o teniendo redes sociales dedicadas para sus negocios. También se busca que aprendan sobre marketing digital, content marketing, cómo vender en línea y edición de video y foto, entre otras habilidades.

Desde el inicio de “Emprendedoras Conectadas” han participado mujeres con negocios muy diversos. Entre ellos han habido emprendimientos de repostería, confección de ropa, servicios de belleza, producción de eventos, artesanías, servicios gastronómicos y muchos otros que se han beneficiado de integrar habilidades digitales para su crecimiento. Esto refuerza la importancia de tener una presencia en línea sin importar el giro del negocio.

Foto de Natalia Ossandón, fundadora de Encántate, y Edgardo Frías, Director de Google en Chile.

Natalia Ossandón, fundadora de Encántate, y Edgardo Frías, Director de Google en Chile.

Una de las primeras mujeres que apostó por este programa es Natalia Ossandón. Cuando comenzó Emprendedoras Conectadas, Natalia se encontraba desempleada y quería comenzar un negocio que se centrara en alimentos, pero se enfrentaba a varios obstáculos que se lo impedían. Ahora, es fundadora de Encántate, una tienda en línea de servicios gastronómicos a domicilio. Natalia ha participado en tres ediciones del programa y ha puesto en práctica los conocimientos adquiridos, especialmente su posicionamiento de marca en redes sociales, de manera que ha logrado ampliar sus servicios para cumpleaños, días festivos, aniversarios, e incluso eventos corporativos. “Después de la tercera edición, mejoré mi identidad como PyME y mi propuesta de valor, y eso marca la diferencia respecto a la competencia. Logré mayor visibilidad en redes sociales y supe qué es exactamente lo que el cliente quiere ver de mi producto. Pero lo más importante que rescato es que me fui empoderando como mujer y además como emprendedora”, comparte Natalia.

Ante el éxito del programa, éste ha seguido creciendo y evolucionando al punto en el que ya no está necesariamente ligado al centro de datos. Su alcance no podía limitarse al área de Quilicura, por lo que en 2023, gracias a un fondo entregado por Google.org se decidió expandir a nivel nacional. Alicia Sanhueza fue una de las emprendedoras que se benefició de esta expansión, ya que aunque se encontraba a más de 500 km de distancia de donde nació el programa pudo tomar los cursos y aplicar los conocimientos en su propio emprendimiento.

Para poder crecer el programa y llevarlo a todos los rincones del país, se realizó un esfuerzo de “train the trainers”. Este plan buscaba entrenar a otras organizaciones sociales con los conocimientos que se ofrecían en “Emprendedoras Conectadas” para que sus propios instructores pudieran replicar el programa.

El crecimiento se facilita con IA

Ahora, cinco años después, el programa regresó a sus orígenes y en abril Quilicura recibió a la quinta edición de “Emprendedoras Conectadas”. Se trató de un programa piloto que incorporó talleres dedicados a Inteligencia Artificial y a sustentabilidad. De esta manera, las emprendedoras conocieron nuevas herramientas de IA para aplicar de manera inmediata en sus negocios y que les ayudan a hacer su gestión más sencilla e incluso llegar a más clientes.

Dentro de las nuevas habilidades de IA que se sumaron a la más reciente edición del programa está la generación de textos e imágenes y la realización de prompts efectivos en Gemini. Además, el objetivo también es que aprendan a hacer una estrategia para incorporar este tipo de herramientas, desde entender el objetivo de usarlas, hasta saber las limitaciones que tienen.

Elizabeth Sandoval tiene una pequeña empresa de servicios de banquetería. Antes de ingresar al programa ella cuenta que tenía que pedir la ayuda de sus hijos y sobrinos para subir contenido a las redes sociales de su negocio. Ahora, se apoya de la IA para generar contenido para sus redes y sabe cómo crear imágenes y textos en distintas plataformas de IA. “Me ha servido mucho el curso sobre Inteligencia Artificial. Estoy practicando, antes de ponerlo en marcha en mi emprendimiento, porque estoy aprendiendo a utilizarlo y sacarle el mayor provecho y que quede perfecto”, dice Elizabeth.

El programa piloto que agrega habilidades de IA ha resultado un éxito y es el en el que se basarán las futuras ediciones. El siguiente paso consiste en la creación de una comunidad de las Emprendedoras Conectadas a través de una plataforma, que les permitirá crear y mantener redes, además de acceder a más información para su crecimiento.

Las habilidades en IA ya están teniendo un impacto en los micronegocios de las mujeres en Chile, y lo más valioso es que el impacto significa tener un estilo de vida con mayor seguridad. Marilyn, una de las emprendedoras conectadas compartió que para ella lo más importante del curso era poder darle un sustento a sus hijas. “Soy madre soltera y en 5 años me veo como una mujer empoderada totalmente de mi vida. Fue difícil salir de mi burbuja, porque yo iba en contra de la tecnología, pero me di cuenta de que la tecnología me ayuda a insertarme en el mudo de ahora. No me quiero quedar en el pasado”, compartió.

Una página web clara, una imagen atractiva en redes sociales o un flyer con un contenido llamativo pueden hacer la diferencia entre tener un cliente más o no, y cuando se trata de un micro emprendimiento cada cliente cuenta mucho. Por eso, este tipo de iniciativas que ayudan a mejorar las habilidades de las emprendedoras pueden tener un impacto muy grande. La tecnología tiene la capacidad de impulsar proyectos y qué mejor que impulsar aquellos que se traducen en ofrecer seguridad y satisfacción a mujeres que apostaron por incursionar en el mundo del emprendimiento, que puede ser incierto y retador en ocasiones, pero cuyos frutos pueden significar un cambio de vida.