DigiMente, un proyecto para fomentar la educación mediática en Hispanoamérica
En un momento de grandes cambios y desafíos por una crisis sin precedentes, la información es una herramienta vital para la existencia del ser humano. Hoy, más que nunca, es importante contar con habilidades para diferenciar la realidad de la ficción y los mensajes que han sido intencionalmente diseñados para engañar, vender o persuadir.
Los niños, niñas y adolescentes son los usuarios más activos en Internet y redes sociales. Generar conexiones emocionales e intelectuales en línea, jugar, dar “me gusta” y compartir lo publicado por otros se ha convertido en una generalidad y en un estándar de convivencia social. Nuestros jóvenes están en constante contacto con todo tipo de información y es importante que sepan evaluarla.
En este contexto nace la iniciativa “DigiMente: educación mediática para América Latina”, liderada por Movilizatorio, Teach For All, Enseñá por Argentina, Enseña por Colombia, y Enseña por México con el apoyo de Google News Initiative para fomentar la educación mediática en Hispanoamérica. El diseño e implementación del proyecto piloto ocurrirá en tres países latinoamericanos: Argentina, Colombia y México. Luego, a través de una plataforma de educación en línea, se distribuirá abiertamente para toda América Latina. El programa permitirá a estudiantes de escuelas en comunidades vulnerables capacitarse en temas como: desinformación, cómo crear y compartir contenido de manera ética, así como fortalecer sus competencias en pensamiento crítico, reflexión, interpretación, comunicación y toma de decisiones, a fin de hacer frente a los retos actuales y futuros que plantea la tecnología.
La iniciativa es una apuesta de alfabetización mediática para América Latina con el objetivo de generar un currículo en español que esté disponible de manera gratuita y abierta a profesores y estudiantes a lo largo y ancho del continente. Esto responde a una iniciativa de Google para promover la disponibilidad de información veraz y de calidad, porque reconocemos que en la era digital, una parte significativa del aprendizaje de nuestros jóvenes ocurre en línea, de manera vertiginosa y sin muchos controles.
Su desarrollo se concentrará a lo largo del año 2020 y 2021. El primer semestre se enfocará en la investigación y recolección de información sobre el consumo y manejo de medios. También en evaluar el nivel de análisis crítico y socioemocional frente a la producción mediática que poseen niños, niñas y jóvenes de entre 12 y 17 años. Esta recolección se ha realizado en instituciones educativas rurales y urbanas de Argentina, Colombia y México mediante un cuestionario online, entrevistas telefónicas y grupos focales.
A la fecha, los hallazgos más relevantes a considerar son: (a) que existe una brecha de accesibilidad a Internet que marca la necesidad de crear contenido disponible para descarga online (desde teléfonos móviles) y consulta offline; (b) que las prácticas mediáticas de los y las estudiantes se orientan, fundamentalmente, al consumo y la búsqueda de material audiovisual fotos, video y música, y que la mayoría no desarrolla actividades de creación y publicación de contenidos; (c) que el consumo de noticias en medios locales, nacionales o internacionales se da en buscadores en línea, redes sociales y televisión; (d) que el problema del desorden informacional está siendo experimentado por los y las jóvenes de diferentes maneras, y la mayoría cree que evaluar y verificar la información publicada en Internet es importante a pesar de que no tienen conocimiento de un método para hacerlo; y (e) que el nivel de conocimientos y fundamentos de alfabetización mediática es básico, cuestión que confirma la necesidad de fortalecer estos conocimientos y habilidades.
Sobre la base de los resultados obtenidos, se construirá la primera versión del currículo para su pilotaje en el segundo semestre. Esto último permitirá analizar los resultados de la primera fase de implementación y mejorar el currículo para su versión final.
Sabemos que la educación tiene el poder de transformar la realidad de los y las jóvenes de todo el continente. Por eso, y reconociendo que la información se mueve a través de cientos de canales a diario, apostamos a crear una serie de herramientas y actividades de aprendizaje que nos permitan empoderar a docentes y estudiantes dentro y fuera de las aulas.
La infraestructura tecnológica en América Latina está creciendo más rápido que nuestras habilidades mediáticas, y esto representa un enorme problema para la calidad de nuestras democracias. En este contexto, nuestro compromiso —y el de nuestros aliados—, es contribuir a formar niños, niñas y adolescentes críticos, con habilidades para crear y consumir contenido de calidad, discernir entre fuentes de información y ejercer plenamente sus derechos como ciudadanos.