Reducir la brecha de género en la tecnología: una cuestión de crear comunidad
En 2021, el equipo de contratación se enfrentó a un reto: tenían que contratar a varias personas para un nuevo centro de atención al cliente (Cloud Customer Support Center) en México. Aunque el desafío era grande por sí solo, pronto se dieron cuenta de que había un tema adicional: no habían mujeres aplicando a los puestos de trabajo disponibles.
Las mujeres siguen estando subrepresentadas en los trabajos en STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas por sus cifras en inglés). Las mujeres representan el 35% de los estudiantes de educación superior en materias STEM a nivel mundial, y cuando se mira más de cerca a carreras específicas, especialmente aquellas con habilidades más técnicas, el porcentaje es aún menor. Según un estudio del Foro Económico Mundial en 2020, las mujeres representan solo el 12% de los profesionales en computación en la nube, el 15% en ingeniería y el 26% en datos e IA. Estos campos se están expandiendo y con ellos llegan más oportunidades laborales que las mujeres no están aprovechando. Las mujeres no solo están perdiendo estas oportunidades de crecer como profesionales, sino que esta industria, crítica para el futuro (y el presente), se está desarrollando en un entorno pobre en diversidad.
Así que, sí, las cifras hacen que encontrar mujeres no sea una tarea fácil, pero había una barrera adicional. Hay muchos prejuicios que impiden a las mujeres solicitar puestos de trabajo en tecnología y computación en nube. En general, las mujeres aplican a 20% menos trabajos que los hombres, a pesar de tener comportamientos de búsqueda de empleo similares. Esto se une a una estadística conocida según la cual las mujeres sólo solicitan el empleo si cumplen el 100% (o cerca) de los requisitos del puesto, cuando los hombres no lo hacen. Las mujeres tienden a convencerse a sí mismas de que no son las candidatas ideales incluso antes de solicitar un empleo. Una de las creencias más comunes entre las mujeres es que no las contratarán si no cumplen todos los requisitos, así que ¿para qué perder tiempo y energía, o para qué arriesgarse si es probable que fracasen?
Otro obstáculo es el síndrome del impostor. Aunque tanto hombres como mujeres lo han experimentado, los hombres son más propensos a combatirlo, mientras que las mujeres tienden a ceder ante sus dudas. La falta de modelos femeninos en este campo también fomenta la sensación de inadecuación, haciendo que las mujeres crean que no pertenecen a ciertas áreas.
Crear un espacio de confianza entre mujeres en STEM
Tras analizar por qué las mujeres no aplicaban a los puestos de trabajo en el nuevo Centro de Soporte de Google Cloud, las Googlers Christin Parcerisa y Luz Elena Díaz se dieron cuenta de que se trataba de una mezcla de razones, entre ellas el dominio de habilidades técnicas así como interpersonales (conocidas como soft skills). La falta de aplicantes no sólo afectaba a estos puestos concretos, sino a toda una industria que está ávida de diversidad. Sabían que había mujeres en STEM por todo el país, sólo era necesario reunirlas y crear una comunidad que las hiciera sentirse más fuertes, mientras que recibían los conocimientos que las impulsaran a empezar a trabajar en el sector.
En 2021, idearon un programa virtual llamado Crece con Google para Mujeres en STEM. El programa, de 14 semanas de duración, tenía como objetivo llegar a las mujeres de carreras STEM interesadas en incorporarse al mundo laboral de la computación en la nube. Durante el programa, las estudiantes se formarían para obtener una certificación de Google Cloud Associate Cloud Engineer tanto con un curso de autoestudio en línea como con clases virtuales en vivo. Además, durante este tiempo asistirían a clases virtuales en vivo sobre habilidades interpersonales, como liderazgo, prejuicios inconscientes y síndrome del impostor, así como un panel en el que mujeres que actualmente trabajan en tecnología compartirían sus experiencias.
"Las mujeres que estudian carreras STEM suelen estar rodeadas de hombres, sus profesores suelen ser hombres y también sus compañeros, así que de esta forma podrían tener la oportunidad de formar parte de una comunidad de mujeres que comparten sus mismos intereses, problemas y preocupaciones. Eso de por sí te brinda una sensación de empoderamiento", explica Christin Parcerisa, cofundadora del programa. "Así que la idea era mezclar comunidad, habilidades tecnológicas y habilidades interpersonales para aumentar su empleabilidad y dar un paso más para reducir la brecha de género en la industria tecnológica".
Hacer el curso 100% en línea brindó oportunidades adicionales. Esto permitió que el programa llegara a mujeres de toda la República Mexicana en 2021 y se expandiera a Argentina en 2022. "Sabíamos que entre 40% y 80% de los estudiantes que toman cursos en línea tienden a abandonarlos, y no queríamos que eso pasara. Así que ideamos un rally, donde las mujeres se dividían en grupos y hacían actividades juntas, a pesar de la distancia. Así se ayudaban unas a otras y se animaban a terminar el programa", explica Luz Elena Díaz, cofundadora. "Nuestra tasa de finalización supera el 80% y eso nos llena de orgullo".
Crece con Google para Mujeres en STEM ha celebrado hasta ahora dos ediciones. En ellas, más de 200 voluntarios de Google han formado a 760 mujeres en competencias técnicas e interpersonales. Tras la primera edición, las graduadas han estado en más de 100 entrevistas de trabajo e incluso seis de ellas fueron contratadas en Google. Y esto es sólo el principio. "Realmente queremos que este programa siga creciendo, para poder llegar a más mujeres de toda América Latina y que se incorporen a la industria de la nube", dijo Luz Elena.