Lee el 10º Informe medioambiental anual de Google

Hoy lanzamos nuestro décimo Informe Ambiental.
El punto más destacado de este año marca un hito clave: a pesar de que la demanda eléctrica para alimentar nuestros centros de datos aumentó un 27%, logramos reducir en un 12% sus emisiones de energía. Esto demuestra que es posible desacoplar el crecimiento operativo del consumo energético de sus emisiones de carbono.
Energía limpia récord e inversiones en las tecnologías del futuro
Este logro fue posible gracias a más de 25 proyectos de energía limpia que contratamos en los últimos años —algunos desde 2019— entraron en funcionamiento en 2024. En conjunto, sumaron 2.5 gigavatios de nueva energía limpia a las redes eléctricas que abastecen nuestras operaciones. Eso equivale a más de 4 millones de paneles solares. Esta inversión récord elevó nuestro uso de energía libre de carbono del 64% al 66% en promedio horario, demostrando que, con enfoque, es posible escalar nuestras operaciones con energía cada vez más limpia.
Seguimos construyendo sobre estos avances. En 2024 realizamos nuestra mayor compra de energía limpia hasta ahora: sumamos 8 gigavatios a nuestro portafolio, más que en cualquier otro año.
Pero el futuro no puede depender de la infraestructura y redes del pasado. Impulsar la próxima ola de innovación —especialmente en inteligencia artificial— requiere resolver algunos de los mayores desafíos de nuestro tiempo: generar grandes volúmenes de energía limpia y confiable, y utilizarla con eficiencia.
Por eso nos enfocamos en construir y operar la infraestructura de centros de datos más eficiente del mundo, optimizando nuestros modelos y hardware para consumir menos electricidad, y apostando por el desarrollo de energía avanzada.
En 2024, los centros de datos de Google usaron un 84% menos de energía que el promedio de la industria. También lideramos en hacer que los modelos de IA sean mejores, más rápidos y eficientes. Por ejemplo, mediante técnicas como la cuantización, aumentamos la eficiencia del entrenamiento de modelos de lenguaje grande en un 39% en Cloud TPU v5e. Ironwood, nuestro procesador de séptima generación (TPU), es el más potente y eficiente hasta la fecha, y utiliza casi 30 veces menos energía que nuestro primer TPU en la nube de 2018.
Además, invertimos activamente en soluciones de próxima generación como energía nuclear avanzada y geotermia mejorada. Estas fuentes energéticas poderosas nos permiten continuar impulsando el crecimiento económico y, lo más importante, llevar los beneficios de la IA a personas de todo el mundo.
Impulsando la innovación en IA con nuestros productos e investigaciones
Nuestros equipos ya están utilizando IA con impactos concretos. Tomemos solo cinco de nuestros productos con IA. En 2024, ayudaron a otros a reducir un estimado de 26 millones de toneladas métricas de CO2 equivalente de sus propias huellas. Para ponerlo en perspectiva, es como dejar fuera de servicio el consumo de energía de más de 3,5 millones de hogares estadounidenses durante un año.
Esto se logra gracias a productos como los termostatos Nest que ahorran energía automáticamente, nuestra API Solar que ayuda a diseñar sistemas más eficientes, o las rutas ecológicas en Google Maps.
Y va más allá de las emisiones. Usamos IA para ayudar a comunidades a ser más resilientes. Creamos herramientas como FireSat, que ayuda a detectar antes los incendios forestales, y Flood Hub, para predecir inundaciones y dar tiempo crítico para actuar. En definitiva, estamos poniendo tecnología útil en manos de miles de millones para resolver problemas reales.
Avanzando hacia nuestros objetivos climáticos, que exigen un cambio más amplio
Siempre nos hemos propuesto metas ambiciosas —nuestros llamados "moonshots"—. Pero al acercarnos a 2030, está claro que los desafíos son cada vez más complejos y que es importante reconocer las barreras que enfrentamos.
La realidad es que las emisiones totales aumentaron un 11% respecto al año anterior. Esto se debe principalmente a emisiones dentro de nuestra cadena de suministro —a medida que crecemos— y al hecho de que operamos en todo el mundo, donde la descarbonización avanza a ritmos desiguales. En regiones clave como Asia-Pacífico, la transición a energía limpia aún está comenzando. Tanto nosotros como nuestros proveedores estamos limitados por la infraestructura disponible, por eso nos asociamos con otros para acelerar soluciones.
Muchas de las tecnologías limpias de próxima generación que necesitamos —como la geotermia avanzada, energía nuclear moderna, fusión nuclear y más— todavía están en sus primeras etapas. No se han desplegado a la escala necesaria y su implementación aún es costosa.
Mirando hacia el futuro
Hemos aprendido muchísimo en los últimos años. Hoy entendemos mejor lo que se necesita para avanzar en nuestro camino hacia los objetivos climáticos, incluyendo lo que es realmente viable en distintas partes del mundo y cómo aplicar nuestros recursos de forma estratégica para tener el mayor impacto posible.
Seguimos tan comprometidos como siempre con nuestras metas ambientales, mientras seguimos ampliando los límites de la inteligencia artificial y todas las formas en las que puede beneficiar a la humanidad.